Al visitar las tierras forestales nacionales durante la temporada de pasto de verano/otoño, muchos miembros de CSERC han observado los impactos negativos de los daños causados por el ganado. Durante las últimas dos décadas, los biólogos de CSERC han monitoreado a los prados seleccionados para tomar fotos y medir las alturas de pasto antes de que las vacas sean traídas al Bosque Stanislaus por los permisos locales de pasto. Luego, CSERC repite el mismo monitoreo cerca del final de la temporada de pasto en septiembre o octubre — tomando fotos y mediciones de comparación.
En algunos prados monitoreados por CSERC este año, el sobrepasto significativo por el ganado una vez más resultó en daño a los prados y en orillas de arroyo pisoteadas o cinceladas, y áreas ribereñas sobrepastadas. Las fotos que se muestran con este artículo son ejemplos principales de permisos que no eliminan el ganado de las parcelas de pasto antes de que el ganado exceda los umbrales que supuestamente deben ser exigidos legalmente por los funcionarios forestales.
El año pasado CSERC presentó un litigio contra el Bosque Stanislaus por haber fallado durante más de una década en hacer cumplir los requisitos legales claros de la agencia cuando se trata del pasto de ganado. Ese proceso legal continúa desarrollándose – exigiendo una cantidad significativa de tiempo del personal de CSERC y gastos legales. Una decisión sobre el pleito de CSERC no se espera hasta cerca del final de este año. Pero aun cuando ese proceso continúa, CSERC ha documentado sitios donde ocurrieron nuevas violaciones esta temporada. Estas fotos del prado demuestran ejemplos de esos impactos.